El Ministerio de Salud entregó este miércoles una nueva actualización sobre la situación de los estudiantes lesionados en el Internado Nacional Barros Arana (INBA), tras la explosión ocurrida el pasado 23 de octubre. Según la información oficial, de los 35 afectados iniciales, ninguno permanece en estado crítico, y dos alumnos ya fueron dados de alta. La explosión, que provocó graves quemaduras en varios estudiantes, se registró en los baños del liceo, donde presuntamente un grupo de alumnos manipulaba bombas molotov en preparación para una manifestación a las afueras del establecimiento. El incidente movilizó a personal del Servicio de Atención Médica de Urgencias (SAMU), Carabineros y Bomberos, quienes atendieron a los heridos en el lugar. Ante esto, de los 35 heridos, 22 fueron trasladados a distintos centros asistenciales, incluidos dos en estado de extrema gravedad y cuatro en estado crítico. Sin embargo, con la última actualización, el Ministerio de Salud confirmó que ya no hay alumnos en estado crítico, aunque 19 estudiantes permanecen hospitalizados recibiendo tratamiento. Asimismo, el pasado 30 de octubre, una semana después del incidente, Carabineros realizó un allanamiento en el recinto educacional para incautar documentación y elementos vinculados a la normativa interna del colegio, con el fin de investigar posibles responsabilidades administrativas en el incidente. Finalmente, la comunidad educativa del INBA sigue a la espera de más detalles sobre la investigación y de la recuperación total de los alumnos afectados.
Este jueves el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, entregó una actualización sobre la situación de los estudiantes heridos en el Internado Nacional Barros Arana (INBA), tras la explosión provocada por el uso de bombas molotov en los baños del recinto. El incidente dejó 35 estudiantes lesionados, de los cuales 5 continúan en riesgo vital. Cataldo condenó enérgicamente los hechos, señalando que “las acciones de violencia como estas no pueden ser legitimadas como parte de una movilización social” . En ese sentido, subrayó que la manipulación de artefactos explosivos dentro de establecimientos educacionales es un tema de máxima gravedad y que el uso de estos “es inaceptable, especialmente en espacios que deben ser protegidos”. El ministro afirmó que tanto su cartera como la Municipalidad de Santiago están trabajando para reducir y evitar este tipo de episodios en los colegios de la comuna. “Junto con lamentar esta situación, queremos condenar muy enfáticamente los hechos de violencia” , señaló. Por su parte, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, informó que 17 estudiantes se encontraban en estado grave tras el incidente, mientras que otros 7 fueron reportados con heridas de mediana gravedad y 7 con lesiones leves. “Hay pacientes que están muy graves” , indicó la ministra en su reporte inicial. Al cierre del punto de prensa, Cataldo actualizó que 10 estudiantes han sido dados de alta, mientras que 16 permanecen graves y 5 siguen en riesgo vital. El incidente fue originado por una reacción química entre una bomba incendiaria y un contenedor con líquido inflamable, mientras un grupo de estudiantes preparaba una manifestación en el colegio.
El Ministerio de Salud entregó este miércoles una nueva actualización sobre la situación de los estudiantes lesionados en el Internado Nacional Barros Arana (INBA), tras la explosión ocurrida el pasado 23 de octubre. Según la información oficial, de los 35 afectados iniciales, ninguno permanece en estado crítico, y dos alumnos ya fueron dados de alta. La explosión, que provocó graves quemaduras en varios estudiantes, se registró en los baños del liceo, donde presuntamente un grupo de alumnos manipulaba bombas molotov en preparación para una manifestación a las afueras del establecimiento. El incidente movilizó a personal del Servicio de Atención Médica de Urgencias (SAMU), Carabineros y Bomberos, quienes atendieron a los heridos en el lugar. Ante esto, de los 35 heridos, 22 fueron trasladados a distintos centros asistenciales, incluidos dos en estado de extrema gravedad y cuatro en estado crítico. Sin embargo, con la última actualización, el Ministerio de Salud confirmó que ya no hay alumnos en estado crítico, aunque 19 estudiantes permanecen hospitalizados recibiendo tratamiento. Asimismo, el pasado 30 de octubre, una semana después del incidente, Carabineros realizó un allanamiento en el recinto educacional para incautar documentación y elementos vinculados a la normativa interna del colegio, con el fin de investigar posibles responsabilidades administrativas en el incidente. Finalmente, la comunidad educativa del INBA sigue a la espera de más detalles sobre la investigación y de la recuperación total de los alumnos afectados.
Este jueves el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, entregó una actualización sobre la situación de los estudiantes heridos en el Internado Nacional Barros Arana (INBA), tras la explosión provocada por el uso de bombas molotov en los baños del recinto. El incidente dejó 35 estudiantes lesionados, de los cuales 5 continúan en riesgo vital. Cataldo condenó enérgicamente los hechos, señalando que “las acciones de violencia como estas no pueden ser legitimadas como parte de una movilización social” . En ese sentido, subrayó que la manipulación de artefactos explosivos dentro de establecimientos educacionales es un tema de máxima gravedad y que el uso de estos “es inaceptable, especialmente en espacios que deben ser protegidos”. El ministro afirmó que tanto su cartera como la Municipalidad de Santiago están trabajando para reducir y evitar este tipo de episodios en los colegios de la comuna. “Junto con lamentar esta situación, queremos condenar muy enfáticamente los hechos de violencia” , señaló. Por su parte, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, informó que 17 estudiantes se encontraban en estado grave tras el incidente, mientras que otros 7 fueron reportados con heridas de mediana gravedad y 7 con lesiones leves. “Hay pacientes que están muy graves” , indicó la ministra en su reporte inicial. Al cierre del punto de prensa, Cataldo actualizó que 10 estudiantes han sido dados de alta, mientras que 16 permanecen graves y 5 siguen en riesgo vital. El incidente fue originado por una reacción química entre una bomba incendiaria y un contenedor con líquido inflamable, mientras un grupo de estudiantes preparaba una manifestación en el colegio.